Regularmente, es aconsejable revisar la refrigeración del motor, ya que se puede dañar.
La industria automotriz ha evolucionado junto al sistema de refrigeración de su motor.
Hoy, no se recomienda usar agua común en el sistema de refrigeración de su vehículo. Las aleaciones de los metales, que son más livianos, no resisten el grado de corrosión que les causa el agua con el tiempo.
Anteriormente, los motores se construían con hierro y acero, que son metales pesados, y resistían el efecto oxidante del agua por mucho tiempo.
La potencia, la rapidez y los espacios pequeños hicieron que el diseño avanzara y se fabrique en aleaciones más livianas como aluminio, estaño, cobre y zinc, que son metales más livianos. Debido a esto es necesario utilizar un líquido diferente que no produzca corrosión en el sistema.
El buen refrigerante contiene inhibidores de corrosión, que protegen cualquier daño de los metales.
A esta sustancia, se le agrega etelinglicol, un químico muy importante porque es la esencia del producto en todo el mundo.
El etelinglicol es muy conocido en los países en donde hay estaciones. Desde hace muchos años se conoce porque la sustancia no se congela en invierno y, además, eleva el punto de ebullición,
Esa es la principal característica de ese químico, ya que soporta mucho más temperatura o menos, según la zona climática por donde transite. además contiene aditivos que disminuye la corriente galvánica en el sistema, disminuyendo la corrosión interna en el sistema de refrigeración, además ayuda en mantener la vida útil de las gomas (ej. mangueras, gomas de termostatos, etc.)
Al comprar un refrigerante, es importante verificar que sea de una marca reconocida y que tenga las normas internacionales de calidad.
Otro aspecto importante del líquido es que no se evapora, como sí ocurre en el caso del agua.
De esa manera, incluso en los vehículos de modelo anterior, no hay riesgos de corrosión de los metales y resiste altas o bajas temperaturas del medio ambiente.