Servicios Armadura se ha especializado en la limpieza
de Filtros de Partículas, Catalizadores y prontamente
implementará el servicio de
«
Descarbonización
de Sistemas de Admisión» de su Vehículo
Consiste en remover el hollín y cenizas que obstruyen el DPF, mediante impulsos de aire comprimido controlado con equipamiento europeo, logrando recuperar la capacidad de funcionamiento del DPF.
¿Se ha encendido el testigo del filtro de partículas (DPF) en el tablero? En ese caso, debería ir pensando en limpiar o cambiar su filtro DPF, según estado de este. Si no lo limpia ni cambia, la acumulación de hollín le ocasionará problemas. Los filtros de partículas diésel pueden limpiarse por sí mismos de forma periódica mediante la regeneración. Pero para que este proceso se dé, el motor debe alcanzar una temperatura determinada (sobre los 350° C). Cada regeneración que realiza su vehículo, genera cenizas, la que se va acumulando en su filtro, pudiendo este saturarse cada vez más a intervalos de tiempo menor. Debido a la acumulación de cenizas, necesariamente deberá realizarle limpieza a su DPF por especialistas, lo que logrará la capacidad de funcionamiento óptima.
¿Es Correcto Realizar DPF OFF?
Realizar DPF OFF, consiste en eliminar todos sus componentes, dejando el vehículo sin este equipamiento. Quizás, se “soluciona” en el corto plazo, pero finalmente tiene graves consecuencias. Eliminar el sistema DPF no solo consiste en sacar el filtro de partículas, sino también en reprogramar la ECU y anular los sensores de contrapresión y temperatura.
La ECU del vehículo equipado con sistema DPF está configurada para trabajar bajo normativa Euro IV, Euro V o Euro VI, por tanto, todos los componentes del sistema de admisión del motor, como inyectores, sensor de flujo de aire, bomba de inyección, válvula de recirculación de gases o EGR también están diseñados y configurados para trabajar bajo la misma norma.
Al reprogramar la ECU del vehículo, la configuración Euro IV, V o VI baja a Euro III, que no considera un sistema DPF u otro de control de emisiones. Por tanto, todos los componentes del sistema de admisión del motor trabajan bajo un régimen para el cual no fueron diseñados y finalmente comienzan a fallar y a dañar. Estas fallas conllevan a disminuir la eficiencia del motor, empeora el rendimiento de combustible (Debido a una inyección incorrecta) y a emitir mayor nivel de emisiones contaminantes.
Las consecuencias de estas fallas son graves daños al motor y alta probabilidad de rechazos en revisión técnica y fiscalizaciones por el alto nivel de contaminante.
La única solución de estas fallas es restituir todo el sistema de admisión del motor, el computador ECU del vehículo y el sistema DPF. Finalmente, con un valor mucho más alto y mucha dificultad el vehículo quede en su modo original.
La carbonización en los motores tiene unos efectos similares para la mecánica a los del colesterol y las grasas en nuestro organismo. Los conductos internos se obstruyen y esto hace que aumenten el consumo, las emisiones y los desgastes, a la vez que perdemos rendimiento y prestaciones.
Esta suciedad, que generan los motores y que se adhiere a sus «venas», se produce por los residuos de la combustión (incompleta y los combustibles no son 100% puros, además por por la contaminación del aceite en la cámara de combustión) y por los sistemas de recirculación de gases, necesarios para superar las normas de emisiones, cada vez más severas.
Esto es especialmente grave en los motores diésel. La EGR es una válvula que hace volver a ingresar en la admisión del motor parte de los gases de escape, y éstos suelen llevar cenizas y residuos que se van pegando y solidificando en las paredes de todos los conductos de la admisión del motor.
Problemas Ocasionados